sábado, 24 de enero de 2015

Sexta sesión: ¿Por qué el decrecimiento? por Carlos Taibo

Próxima sesión: lunes 26 de enero 2015, de 14 a 15:45pm. 

 Carlos Taibo Airas, Prof. Titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid, impartirá la sexta sesión de la XII edición del Seminario de Teoría Crítica, denominada: “¿Por qué el decrecimiento?” 

 Esperamos contar con su presencia en el aula 11.0.16.

miércoles, 21 de enero de 2015

María José Fariñas - Ruptura de los consensos básicos de la Modernidad desde la perspectiva de la Teoría Crítica


Durante la pasada sesión del seminario de Teoría Crítica, la doctora María José Fariñas Dulce, Catedrática Acreditada de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid,  expuso el tema: Las rupturas de los consensos básicos de la Modernidad desde la perspectiva de la Teoría Crítica.

Partiendo de la importancia de la teoría crítica, entendida como aquella que intenta esclarecer las luchas detrás de un procesos histórico o de una narrativa oficial, la profesora Fariñas planteó diversos postulados tendientes a develar que, desde los últimos 30 o 40 años, se está asistiendo a un proceso histórico y social que de alguna forma afecta directa o indirectamente a los consenso básicos de la Modernidad, provocando un escenario radicalmente diferente.

Parecería que al día de hoy todavía se siguen utilizando instrumentos para un mundo que ya no es el que era. El mundo actual es uno profundamente diferente al del siglo XIX o siglo XX, pues se han producido diversas rupturas de pactos en la Modernidad que han provocado una situación de crisis generalizada. Tales quiebres, según la exposición de la doctora Fariñas, se pueden englobar en torno a tres ideas:
  • En primer lugar la ruptura socioeconómica, es decir que la idea de equilibrio entre trabajo y economía, entre sociedad y economía (pues el trabajo es el centro de la inclusión social), se rompe frente a las vertientes neoliberales y del neoconservadoras de la actualidad. 
  • En segundo lugar la ruptura sociocultural, consistente con lo que tiene que ver el conflicto pluralista. Pues, más allá de las retóricas de las grandes declaraciones de principios y de derechos, la Modernidad había establecido un pacto de homogeneidad entre la sociedad y la cultura, con el fin de reducir todo a lo único (un estado, un derecho, una lengua, una religión). La reducción a lo único es la forma que la Modernidad tuvo para tratar el conflicto pluralista, el núcleo básico era la homogenización de la cultura y dotando de una validez universal a dichos conceptos. Así entonces, se cuestionan esos criterios de homogeneidad, y se produce una escisión entre la sociedad y la cultura, ya no hay un solo modelo al que integrarse, sino que ahora hay varios modelos a los que uno se puede integrar. Las consecuencias de esta ruptura, son bastantes perversas porque una vez roto el pacto de unificación, la consecuencia que se está produciendo es una instrumentalización política y electoral, con todo lo que tiene que ver con la cultura y las identidades. Consecuencia bastante explosiva porque por una parte tenemos ciudadanos empobrecidos y marginados, que a la vez se les manipula y se les hace enfrentarse por el color de la piel o por la religión elegida.
  • En tercer lugar la ruptura geoestratégica, que se relaciona con la caída de los países de bloques soviéticos, con el quiebre de las dos estrategias de entender el mundo claramente diferenciadas, y que provocaba cierta estabilidad. El mundo deja de ser un mundo bipolar, organizado en torno a esos dos polos y surge esa utopía de construir un mundo unipolar. La democracia capitalista ya no es el fin de la historia, como lo afirmó Francis Fukuyama. Nos encontramos frente a un mundo apolar, o incluso un mundo no polar, la era de la no polaridad, según Richard Haas. No hay un polo de dominación claro y un mundo, además, en el que han aparecido en escena nuevos y muy diversos actores sociales y políticos.

En estas tres posturas se puede resumir un poco cómo la modernidad se ha fragmentado. Lo que durante dos siglos se ha construido como consensos básicos para el funcionamiento de las sociedades modernas, al día de hoy está fracturado.

Ahora bien, la conjunción de estas tres rupturas está teniendo consecuencias muy nefastas para los seres humanos. Provocando situaciones muy conflictivas de gestionar, donde las únicas respuestas que se aportan son soluciones a corto plazo, o soluciones ad hoc. Y es que después de analizar estas rupturas, queda claro que ahora mismo no tenemos los elementos conceptuales ni prácticos para establecer un nuevo pacto. La realidad que se presenta es una realidad de quiebre de pactos societarios, pactos que servían para que el mundo funcionase de tal o determinada manera. Y lo cierto es que el mundo sin pactos, resulta más inseguro en todos los ámbitos, más problemático, un lugar donde es más fácil manipular todos.

La repercusión de estos quiebres es muy fuerte en las sociedades del siglo XXI, pues los sectores que están en riesgo de exclusión social son cada vez más amplios, y porque el trabajo ha dejado de ser el elemento central de integración social; provocando enfrentamientos, haciendo que nos olvidemos de lo que nos une. 

La idea de lo colectivo se ha perdido en la lucha. El enemigo no está tan claramente definido. El problema de la crisis es que trasciende a una crisis económica o financiera, que es una crisis que responde a una ruptura a unos pactos básicos de la sociedad moderna.

Toda esta situación, descrita por la expositora, nos conduce a las crisis políticas que estamos viendo, a los problemas identitarios y organizacionales, a una cierta cultura de la ilegalidad, transmitiendo a las personas una idea sobre un mundo más inseguro que antes, donde prevalece una cierta idea de ilegalidad, una cierta idea de todo vale. De ahí entonces, que debemos tener cuidado con estas escisiones de la modernidad, porque tiene un común denominador que es poner en riesgo de muerte a la democracia.